Próxima parada: la insatisfacción.
¿Qué nos mueve? La raíz de nuestras motivaciones
Los seres humanos tenemos unas motivaciones (del latín movere) que nos “mueven” a satisfacer ciertas necesidades. Puede ser desde lo que me motiva a levantarme de la cama cuando suena el despertador (pagar facturas, crecimiento profesional…) a lo que me motiva a seguir leyendo esta entrada (curiosidad, aburrimiento…).
Las motivaciones no van en cola
Generalmente se suelen dar varias necesidades a la vez (mientras escribo esto tengo hambre -necesidad fisiológica-, echo de menos a mi amiga -necesidad de afecto-, pienso en cómo voy a llegar a fin de mes -necesidad de seguridad-) pero estas pasan al fondo porque principalmente me centro en la necesidad de poder expresar por aquí lo que quiero compartir -necesidad de autorrealización-. Y cuando lo haga, otra necesidad pasará a estar en primer plano.
¿Y qué pasa entre necesidad y necesidad?
Si esta necesidad ha sido satisfecha, habrá un periodo de latencia en el que puedo sentir la satisfacción de haber contactado con lo que necesitaba y de haberme nutrido con ello.
Pero, ¿Qué pasa si no se da el periodo de latencia?
Que iré de necesidad en necesidad, como quien va de liana en liana por la selva, sin poder realmente disfrutar. Porque antes de hacer la digestión, ya estoy comiendo otra vez. Es como respirar solo inspirando, al final me ahogaré. Para que la respiración sea efectiva es necesario exhalar.
Pero así vamos, empalmando unos planes con otros para no llegar a ese periodo de relajación, ese vacío, necesario para procesar e integrar. Ya sea en forma de quedar con gente y no tener ni un hueco en la agenda, empalmar relaciones, ir de formación en formación o trabajar sin descanso.
Porque, ¿Qué pasa si paro?
Si no estoy con gente, me siento sola. Si no me estoy formando, me siento insuficiente y si paro de trabajar, me siento inútil. Y eso es muy incómodo, así que mejor me anestesio en el hacer, en el consumir, en el tragar sin masticar.
La sociedad del consumo y la creación de necesidades artificiales
La sociedad nos facilita estar en contacto con esta tensión continua y favorece la voracidad y la insatisfacción. Ya sea creando necesidades que no existen o no tenías con el bombardeo de publicidad… De repente “necesitas” tener una paleta con 20 colores de maquillaje o ir al restaurante que ha etiquetado el influencer X. De repente “necesito” hacer un viaje al lugar de moda porque salen unas fotos muy bonitas y quedarán muy bien en mi Instagram.
No es una crítica al disfrute, sino al consumo automático
Y esto no es una crítica a viajar o a comer bien en un buen restaurante, es una crítica al consumismo automático que nos hace estar desconectadas de las verdaderas necesidades y del agradecimiento y la satisfacción que me parecen claves en este mundo que vivimos.
Este vivir pensando en el siguiente objetivo, sin estar presente en lo que ya tienes y lo que ya está presente. Este vivir en el futuro y en la tensión crónica continua porque no hay espacio para elaborar, masticar, integrar.
El sistema nervioso y el círculo vicioso
También podríamos hablar aquí del sistema nervioso y como este no parar y estar siempre “a tope” facilita que esté activo el sistema nervioso simpático, el que nos mantiene en alerta y en lucha. Y quizá intentas parar pero sientes la inquietud, el vacío, el malestar y entonces decides continuar en el hacer, es un pez que se muerde la cola.
Una invitación a parar y reflexionar. Hacer uso de nuestra responsabilidad individual
Pero buenas noticias. Aunque la corriente nos lleve hacia el hacer y el consumir, a parar también se aprende. Quizá hace falta un poco más de empeño porque no es lo que nos facilita el contexto, pero tampoco nos liberemos de la responsabilidad individual como si no hubiera nada que hacer y nos dejáramos llevar como cagallón por acequia (“anar com cagalló per séquia”, como se dice en mi tierra).
Aquí te invito a reflexionar cómo es esto en tu vida. Te invito a parar y contemplar como primer paso para darte cuenta.
¿Os imagináis que de repente todas paramos y conectamos con nuestras entrañas? Quizá muchas empresas quebrarían. ¡Ah no! que ahora parar y contemplar también es un negocio, puedes acudir a 100 retiros donde hacerlo si lo deseas.
Ahora en serio, parar es gratis. Es más, puede que te salga más barato que satisfacer otras «necesidades».
Este texto está libre de productos artificiales (IA).
Bibliografía:
Gimeno-Bayón, A. (2022). Comprendiendo como somos. Desclée de Brouwer.
Gimeno-Bayón, A., Rosal R. (2017). Manual Práctico de Psicoterapia Integradora Humanista. Descleé de Brouwer.