Una mirada personal a la Psicoterapia Humanista
¿Qué es eso de la Psicoterapia Humanista?
Aunque dicen que la técnica en terapia supone un número muy pequeño del porcentaje del éxito de esta y que la mayoría del beneficio reside en el vínculo terapéutico, yo quiero contarte por qué me decanté por la Psicoterapia Humanista.
Así que primero empezaré con un breve resumen de su origen.
Un movimiento que nació para cuestionarlo todo
Imagina que estás en los años 50 y ya vas estando harta del puritanismo, el dogma, la moral y la religión que se entromete en todos los lugares de tu vida cotidiana.
En aquel entonces, había dos corrientes mayoritarias de la psicología que habían mamado de todo ello: la corriente Psicoanalítica y la Conductista.
Ciertxs psicólogxs y psiquiatras no acababan de sentirse cómodxs con el enfoque de las corrientes mayoritarias, por lo que en California, como descontento a estas dos corrientes, nace el movimiento de la Psicología Humanista.
No somos ratas en laboratorio ni pecadores a corregir
Las anteriores corrientes eran biologicistas (se centraban excesivamente en estudios con animales) y no se podía explorar el amor humano, la creatividad, el impacto de la religión, etc.
Explicaban la conducta humana basándose únicamente en la respuesta a un estímulo. Daban especial importancia a las psicopatologías (enfermedades mentales) y menos al potencial humano, al crecimiento personal o a la autorrealización.
La creatividad como forma de estar en el mundo
La Psicología Humanista empieza a dar una visión holística del ser humano, a ver que no somos únicamente la suma de nuestras partes sino que somos un sistema con sus subsistemas (mente, emoción, cuerpo, espiritualidad) que interaccionan entre sí y entre los sistemas de otros seres humanos.
La Psicoterapia Humanista nos habla de la libertad de elección y de la creatividad, entendida no sólo como la parte artística, sino como la capacidad de encontrar nuevas formas de estar y afrontar la vida.
Vamos, que lxs humanistas eran lxs hippies de la época. Y menos mal.
Cuando fluir es resistencia
La Terapia Gestalt (y muchas otras) forma parte de este movimiento y surge como contraposición a la rigidez y el puritanismo que se vivía en aquellos años.
No es de extrañar que cuando la sociedad se mueve en un polo (autoritarismo, religión, puritanismo), aparezcan movimientos totalmente extremos donde prevalezca el fluir y el cuestionar a la autoridad.
¿Y cómo es la Terapia Humanista hoy?
La terapia Humanista no se centra sólo en lo «enfermo», sino que trata de sacar el potencial natural que a todas nos habita.
No se trata de sacar “tu mejor versión” (que me da urticaria sólo de usar esta frase), sino de vivir más acorde con tu esencia y con lo que ya tienes, que es más que suficiente.
Para mí, esta visión holística y basada no sólo en la enfermedad, es lo que más me atrae, no sólo como psicoterapia sino como forma de ver la vida.
Terapia sin fórmulas, con humanidad
No estoy poniendo tierra sobre las otras corrientes (por favor, no me malinterpretes). Al final, como digo al principio, la terapia va del encuentro de dos personas.
Y ahí se mueven muchas más cosas que la corriente psicológica o la técnica.
Este artículo está libre de productos artificiales (IA).
Bibliografía:
Rosal, R., Gimeno-Bayón A. (2013). Cuestiones de psicología y psicoterapias humanistas. Editorial Milenio.
Peñarrubia, F. (2017). Terapia Gestalt. La vía del vacío fértil. Alianza Editorial.